17 de noviembre de 2019

Las pensiones públicas a día de hoy van camino de ser insostenibles. En 2016 el déficit de la Seguridad Social (la diferencia entre lo gastado y lo recaudado) fue de 18.500 millones de euros. En 2017 fue de 18.800 millones. En 2018 se estima (las cifras todavía no son públicas) que rondará 19.500 millones y para 2019 se barajan los 22.000 millones, todo esto con una expansión del empleo importante.

El motivo es que cada vez hay más pensionistas y los trabajadores no aumentan en la misma proporción, debido a que la demografía de las últimas décadas se ha ralentizado y la crisis económica ha hecho que la llegada de inmigrantes sea baja.

El sistema de pensiones público en España (y en casi todos los países desarrollados del mundo) es un sistema de reparto: son los cotizantes, los trabajadores de hoy, los que pagan las pensiones de los jubilados.

Es decir, cuando un trabajador cotiza no está «ahorrando» dicho dinero para el futuro, ese dinero se usa para pagar ese mismo mes a los pensionistas.

Las cifras que tiene España son preocupantes, sobre todo porque la cifra de personas en edad de trabajar va a ir cayendo en las próximas décadas y la de los pensionistas va a ir creciendo. Se estima que, en 2050, habrá aproximadamente un trabajador por cada pensionista.

 Este grave problema lleva ya décadas en la agenda política, pero no se ha llegado a afrontar con rigor y seriedad, porque su posible solución no daría votos y podría ser impopular.

Pero la realidad es que las pensiones se están comiendo el gasto público, poco a poco.

En 2007 las pensiones suponían el 33,85% del gasto público español.

En 2018 el 44,16%. Y la proporción va a seguir subiendo más aún.

Como las cotizaciones no dan para cubrir los gastos y la hucha de las pensiones ya se ha agotado lo que está haciendo el Estado es hacer préstamos a la Seguridad Social, en principio para que sean devueltos en el futuro.

Pero la Seguridad Social no va a poder devolver dicho dinero si sigue teniendo déficit.

Y hay un problema aún más grave: la percepción de la sociedad, por parte no solo de los pensionistas, sino de la ciudadanía en general (todos el mundo tiene familiares pensionistas y la idea de cobrar una pensión en el futuro) es de que cualquier reforma que recorte la pensión es injusto, ya que tantos años de cotización deben recompensarse con una pensión digna que se revalorice año tras año.

Los jubilados están saliendo a la calle para pedir que no se rebaje ni un céntimo de sus pensiones.

Los partidos están instalados en el cortoplacismo, y no afrontan la realidad, ni llegan a plantear soluciones que hagan el sistema sostenible.

El problema que sufriremos en pocos años ya lo afrontarán otros.

Ante esta situación, la Asociación Córdoba Futura ha querido organizar una actividad para dar voz a los mayores y que expongan sus puntos de vista y las soluciones que ellos plantean a corto y medio plazo.

Participarán en el acto:

Juan Puerto Pedraza, Jubilado de la enseñanza, sindicalista de CCOO.
Conchita Ribera de la Barrera, Portavoz de la Coordinadora Estatal por la defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE).
Germán Toledo Fernández, Miembro de la Ejecutiva de la Unión de Jubilados de UGT de Córdoba.
José A. Villamor Roldán, Portavoz de la Plataforma Ciudadana de Córdoba por la defensa del Sistema Público de Pensiones.
Antonio González Carrillo, Vocal de la Junta Directiva de FUTURA, que actuará como moderador.

El acto se desarrolló el jueves 21 de noviembre en la Fundación Cajasol (Ronda de los Tejares, 32. Córdoba)

El acto fué grabado, y está disponible en nuestro canal de YouTube:

https://www.youtube.com/user/CordobaFutura

Una mirada de nuestros mayores al presente y futuro de las pensiones

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