Una mirada a la adicción sin sustancias: el uso y abuso de las pantallas por los jóvenes
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En las últimas décadas, las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), que se definen como el conjunto de avances tecnológicos propulsados por la informática y los medios audiovisuales: ordenadores, teléfonos móviles, aplicaciones multimedia, etc. (Marías y Roig-Vila, 2019), han penetrado sobremanera en la vida diaria de todas las sociedades. Una de las tecnologías que más ha contribuido a ello ha sido Internet, que nos ha proporcionado múltiples ventajas no solo como herramienta de comunicación e información, sino facilitando actividades relacionadas con el comercio, la educación, la economía o incluso en el ámbito de la medicina y la psicología (Arab & Díaz, 2015).
Con la expansión de Internet en la última década, el uso de las pantallas se ha disparado y se ha extendido por todo el mundo, sin importar la edad, la condición social, o la situación económica (Ditrendia, 2019). El 91,8% de los hogares españoles dispone de conexión a Internet (INE, 2021) y casi 43 millones de personas se conectan a Internet en España (Stats, 2022). La navegación por Internet se ha convertido en un hábito indispensable en nuestra vida (Urquijo, 2017), gracias a la rapidez, disponibilidad y eficacia con la que se puede acceder a los diversos usos que se le puede dar: ocio, estudio, trabajo, información, investigación y comunicación interpersonal, entre otros muchos.
Todo esto ha hecho que la vida sea más fácil, hasta el punto de que actualmente nadie se la imagina sin ella. Con estas tecnologías han cambiado, entre otros, los hábitos de interacción social y de uso del tiempo para ocio, trabajo y otras actividades, cambios no todos positivos porque la tecnología también conlleva desafíos y riesgos.
En este contexto, el grupo sobre el que más preocupa el impacto su uso es el de los jóvenes y adolescentes por el periodo evolutivo en el que se encuentran y por ciertas características de la sociedad en la que vivimos como el consumismo, el hedonismo, las recompensas inmediatas o el individualismo, entre otras. Las TIC son un estímulo agradable para niños/as y adolescentes, ya que les permiten realizar actividades atractivas, entablar y mantener contacto social a través de las redes, buscar aceptación en su grupo de referencia, o evadirse de la realidad utilizando una personalidad ficticia en los videojuegos, por ejemplo (Arab & Díaz, 2015). El uso excesivo cercano al abuso de comportamientos aparentemente inofensivos como jugar a videojuegos en red, participar en redes sociales, apostar al equipo favorito, ir a una casa de apuestas para jugar con amigos, etc. se convierten en problemas que preocupan a la sociedad, por las consecuencias negativas que ocasionan a nivel físico, psíquico o social (OMS, 2019).
Por ello, es necesario investigar el contenido con el que los más jóvenes usan los dispositivos en las redes y el impacto que esto tiene sobre ellos (Castillo & Ruiz-Olivares, 2019). Más aun, la preocupación por el conocimiento de este impacto se acrecienta en el contexto de la salida de una pandemia durante la que las pantallas parecían el único recurso a través del que relacionarse.
La Universidad de Córdoba ha realizado una investigación sobre estos temas en la que han participado 3.416 niños/as, jóvenes y adolescentes de la ciudad y provincia de Córdoba. Su objetivo ha sido recoger datos para conocer la realidad de la relación de nuestros jóvenes y adolescentes con el uso de la tecnología, para tratar de confirmar hasta qué punto hay que preocuparse o no por el uso de las pantallas en esas edades y sus posibles riesgos.
Las ponentes presentaron, por una parte, los resultados obtenidos, que han constatado la preocupación de las familias, educadores e instituciones sobre el temprano acceso a la utilización de las pantallas y al uso problemático que se hace de ellas en el rango de edades en el que se ha basado el estudio. Por otra, las medias que a partir de los resultados se proponen para reducir las consecuencias negativas derivadas del empleo de esas tecnologías.
Córdoba FUTURA cree que es de interés social promover este acto sobre un tema tan importante y preocupante, esperando que en el foro surjieran aportaciones útiles que trasladar a las administraciones competentes, a las familias y a la ciudadanía en general.
Intervienieron:
- Rosario Ruiz-Olivares. Profesora Titular en el Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba, en el área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico y directora del trabajo “Tendencias adictivas sin sustancia en jóvenes y adolescentes de la provincia de Córdoba”.
- Germán Torrente Galera. Psicólogo. Trabaja en el Centro de Tratamiento Ambulatorio de la asociación cordobesa L.A.R. (Ludópatas Asociados Rehabilitados) y en Espacio Salud Andalucía de la Fundación Hogar Sí en Córdoba
Moderó, Manuel Pérez Yruela por problemas de último momento de nuestra vocal Rocío Muñoz Benito.
Además, estuvieron invitados a la “fila cero” representantes institucionales y de asociaciones, y expertos sobre el tema del acto.
La sesión, organizada por la Asociación Córdoba FUTURA con la colaboración de la Diputación de Córdoba y la Fundación Cajasol, tuvo lugar el 28 de octubre de 2024, a las 19 horas, en la sede de la Fundación Cajasol (Avda. Ronda de los Tejares, 32. Córdoba).